Guía de Almacigos para Huertas: Opciones según tu Presupuesto y Necesidades
Estás dando tus primeros pasos en la huerta y te preguntas qué tipo de almacigo es el indicado sin gastar de más, ¿verdad? ¡Tranqui! Hay un montón de opciones para todos los bolsillos y necesidades. Te cuento cuáles me funcionaron mejor a mí, sin romper el chanchito.
¿Por qué hacer almacigos en primer lugar? Bueno, imaginate que es como darle a tus plantas una especie de “cuna” para que empiecen su vida de la mejor manera. Los almacigos les dan un ambiente más controlado que sembrar directamente en la tierra. El sustrato es rico en nutrientes y les brinda el ambiente ideal para crecer sin problemas. Además, son fáciles de mover, lo que te permite buscarles el mejor lugar según lo que necesiten tus plantas.
También sirven para adelantar la temporada de cultivo, especialmente si vivís en un lugar donde el clima no acompaña mucho. Con los almacigos, podes comenzar el cultivo bajo techo y luego llevar las plantitas ya crecidas afuera.
Además, las pequeñas plantitas son muy más susceptibles al ataque de bichos molestos como los pájaros, hormigas o caracoles, estando afuera en el cantero. En los almácigos, podes protegerlas más fácilmente de los ataques de estos indeseables.
Ahora que sabes por qué son importantes, vamos a ver qué opciones tenes según tu presupuesto.
Empecemos por lo más caro:
Soilblockers o bloques de suelo
Son la opción más lujosa y eco-friendly, pero lamentablemente hay que traerlos de afuera porque, de los que son de acero inoxidable como estos que tengo yo, no hay.
Hay una marca que los hace parecidos de plástico, aunque el sistema es un poco diferente y no los probé, como para decirles si funcionan(aunque me llama la atención que todos los videos que vi promocionándolos no muestran cuando sacan el bloque del aparatito, raro). Los soilblockers son, básicamente, prensas que te permiten hacer bloques de sustrato donde luego plantarás las semillas.
Son geniales porque minimizan el uso de plástico y las raíces crecen súper bien en ellos.. Otra ventaja de los soilblocks es que las plantitas sufren menos el transplante, porque cuando transplantas enterrás en tu sustrato el bloque directamente, sin perturbar las raices. Lo que observé que no me convence del todo, es que a veces el bloque no se deshace en la tierra y como que la planta no desarrolla buenas raíces fuera del bloque, aunque no pasa siempre ni con todas las variedades. Otra cosa “negativa” de los soilblockers es que consumen bastante sustrato, aproximadamente el doble que el que usarías en una bandeja de plugs convencional.
Almacigos plásticos de celdas o "plugs"
Estos son los más comunes y los que probablemente viste en los viveros. Son relativamente duraderos, fáciles de regar y ocupan menos espacio que los soilblockers. Aunque las raíces pueden enredarse un poco en las paredes de las celdas, siguen siendo una buena opción si tenes un poco más de presupuesto.
Estos almácigos vienen de un único tamaño (Acá en Argentina, afuera no), que trae más o menos celdas, porque lo quee varía es el tamaño de la celda: hay de 128 celdas, para plantas pequeñas como la lechuga, de 72 celdas para plantas un poco más grandecitas, como los repollos o la acelga, y de 16 celdas, que les llaman “Forestales” porque serían los que usan los viveros para reproducir árboles. En mi experiencia, estos últimos son los mejores, porque el plástico que utilizan es mucho más resistente que el de los otros tamaños de celda y, al ser más grandes, las raíces tienen más espacio para desarrollarse.
Bandejitas plásticas de comida
¿Queres algo barato y eco-friendly? ¡Esto es para vos! Podes reutilizar las bandejas de comida haciendo algunos agujeros en la base y ¡voilà! Tenes tus propios almacigos. Son perfectos para sembrar semillas pequeñas y además, no gastas ni un peso extra.
Todas las bandejitas de rotisería sirven, pero las mejores son unas cuadradas que te dan los lugares de sushi porque tienen tapa. Esas funcionan bárbaro como mini-invernaderos para germinar semillas que requieren calorcito y humedad.
Otras opciones
Otras opciones de almácigos baratos y eco-friendly son los rollos de cocina o papel higiénico. Los podes utilizar haciendo unos tajitos en uno de los extremos para poder doblarlos y armar una base para que no se te escape el sustrato. La desventaja que les encontré es que, dependiendo la frecuencia de riego y que sembramos en ellos, a veces se deshacen antes de que podamos pasar la planta a tierra. Lo mismo me pasó con los tubos hechos de papel.
Una última opción “barata” (están caros los huevos estos días por acá) y eco-friendly es usar los cartones de huevo. Son más resistentes que los tubos de rollo de cocina, pero también son degradables. La contra es que las celdas a veces son pequeñas para lo que queremos sembrar!
En resumen, la elección va a depender de tu presupuesto y si buscas algo más duradero o solo queres probar por ahora. Pero te adelanto algo, una vez que te metes en el mundo de la huerta, ¡no hay vuelta atrás! ¡Nos vemos entre las plantitas!